Lo que nadie es capaz de decir.

Tal vez no sea la más idónea para describirla puesto que nunca se me ha dado bien resaltar las cualidades de una persona por escrito.

Muchos la definirían como una soñadora enamoradiza, siempre alegre y con una capacidad asombrosa para buscarle el lado positivo a todo; pero al igual que las baterías tienen dos polos, las personas también. Ella puede cambiar su estado de ánimo tan rápidamente como se descongela el hielo al ponerse al sol.

Se implanta metas y si no llega a conseguirla se agobia tanto que en una milésima de segundo pueda echar su vida a perder.

Con tan sólo diecinueve años quiere hacerlo todo correctamente y si a veces ha dado algo por vencido no tira la toalla fácilmente, en ese aspecto la considero una persona exacta y cabezota con un orden meticuloso dentro siempre de su propio desorden. Exigente consigo misma...

Convivir con ella no es fácil, quien lo haya conseguido es que realmente la quiere y son esas personas las que merecen la pena, pues resulta complicado tratar con sus cambios de humor diarios.

Como podéis imaginar es tan solo una descripción de mi misma ya que ella soy yo y aunque a veces no me quiera demasiado me encanta ser ella, perfectamente imperfecta.