lunes, 28 de febrero de 2011

¿Por qué estudiar Magisterio?


Desde que somos pequeños en el cole nos preguntan que ¿qué nos gustaría ser de mayor? 

Tantos años de preparación para que después cuando llegue el momento estemos indecisos ante tan importante decisión.
Cuando llega la hora de la verdad todos tenemos miedo a lo que nos depara el futuro, miedo a irte a estudiar fuera, a comenzar unos estudios superiores que no sabes si quiera si es lo que quieres hacer. En definitiva, miedo a equivocarte.
Cuando sales del instituto todo comienza a cambiar, ahora eres tú quien debes madurar y saber qué es lo que quieres hacer con tu vida.
En un principio ni siquiera yo sabía si había dado en el clavo con esta carrera.
Por regla general Magisterio es una de la más menospreciada por la gente, y la ven como una carrera en la que sólo vamos a pintar, recortar y pegar.   
Gracias a carreras como estas, en un futuro tendremos a prestigiosos médicos, arquitectos o ingenieros. Una carrera gratificante; enseñar a los niños a leer, tratar con ellos en su día a día, te ven como héroes y la palabra que diga el profesor va a misa.
Yo tan sólo llevo estudiando este grado desde Septiembre, y no es que tenga mucha experiencia con los niños, es más en este caso sigo siendo la alumna que escucha las clases de sus profesores  y sus nuevas fórmulas de motivar a sus discentes. Sin ir más lejos este blog es fruto de un trabajo propuesto en clase durante esta semana pasada, cuando comenzamos el segundo semestre en la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta.
Nuestro profesor que nos imparte las materias de Didáctica y Lengua Extranjera y su didáctica valga la redundancia, propuso nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje en nuestra aula, la introducción de el ordenador como elemento fundamental para el funcionamiento de la clase, familiarizándonos con la tecnología para que en un futuro no muy lejano llevemos a la práctica estos métodos nuevos con nuestros alumnos.    
Con esta primera semana me he dado cuenta lo importante que es motivar al alumnado para despertar el interés en la clase, aunque debo reconocer que al principio me pareció un poco "raro" la forma de organizar la clase pero como siempre sucede, era miedo a lo desconocido, ahora pienso que puede funcionar y que esto es el principio de una generación de profesores que venimos pisando fuerte sin importarnos lo que puedan pensar los demás de nuestra vocación. Sólo se que  estoy segura de que no me he equivocado de carrera ¿Y tú?
                                                                                                                                                                                                               

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